
CIENCIA CELESTE PERÚ
Entrevista en la revista Sucesos, Lima, Perú – Noviembre de 1975
(Por: Raúl Dávila)

Extraño telépata asombra en Lima
GUIADO POR PADRE JEHOVA ESCRIBE MIL PALABRAS POR DÍA Y HACE EXTRAORDINARIOS DIBUJOS
El juicio final será nación por nación, hombre por hombre, molécula por molécula, ojo por ojo, diente por diente, y está más próximo de lo que nos imaginamos, asegura Luis Soto Romero, un chileno que está causando conmoción en Lima con sus escritos, que dice le son inspirados telepáticamente por el Dios Jehová. Este extraño personaje escribe en enormes hojas de papel tipo manteca, a los cuales llama rollos. En una hoja entran unas mil palabras manuscritas. No usa regla y sin embargo la escritura va derecho. Aparte de la escritura, en la mayoría de las hojas hace hermosos y raros dibujos a colores, de gran inspiración y diferentes a los de cualquier otro pintor. En los dibujos se ven discos voladores, planetas, galaxias, mapas del mundo con caprichosas líneas, diseños de las ideas, y muchas otras formas que el autor se encarga de explicar detalladamente.
¿Loco o genial?
Al saber de sus trabajos, muchas personas pueden pensar, que es una persona a la cual le falla la mente, pero las personas que ven sus escritos y dibujos no piensan así. Es más, se quedan asombradas por lo inédito de sus trabajos, y por la paciencia que tiene para escribir tanto (tiene cuatro mil grandes hojas ya escritas y continúa llenando más hojas cada día). La explicación, de una sola de las hojas, le da material al telépata Soto, para hablar varias horas con gran fundamento. Según Soto, sus escritos revelan lo que será el juicio final, con el cual comienza la tercera doctrina, la cual inicia el Dios Jehová en el rebaño peruano. Además, dice que los Rollos del Cordero, como llama a sus escritos, están profetizados en la Biblia. Ellos explicarán el origen de todas las cosas, siendo lo de Dios universal, la revelación se llegará a traducir a todos los idiomas de la Tierra, asegura.
Luego añade: La revelación, saliendo del mismo divino albedrío de Dios, no necesita propaganda. Se extenderá igual, con polémica o sin polémica.
Prosigue luego: La revelación no levantará ningún templo material, como era la costumbre de los hombres, durante la vida de la prueba.
Enseguida afirma: La revelación no sale del conocimiento humano, porque los humanos no crearon el planeta, a los humanos los crearon. Del mismo lugar en donde fueron creados los elementos, y el planeta mismo, sale la divina revelación.
El telépata afirma que la revelación viene de los soles Alfa y Omega del macrocosmos, llamado también el reino de los cielos. Y sostiene que la revelación del Padre Jehová, al no tener fin, lo invade todo. Si la creación de Dios es infinita, la explicación, del origen de todas las cosas, también lo es. En cuanto al juicio final, que no será el fin del mundo, dice que principia por lo más microscópico que posee toda criatura. Principia juzgando idea por idea, a partir de los doce años de edad (la niñez o la inocencia, no tiene juicio, todo niño hasta los doce años es un bienaventurado). El juicio juzga molécula por molécula, célula por célula, ojo por ojo, diente por diente, porque materia y espíritu pidieron el juicio de Dios en sus respectivas leyes.
La paciencia de Dios es infinita, —prosigue— espera hasta el último momento, pero ya llega el tiempo de acabar con el extraño sistema de vida del oro, y con las divisiones, porque nadie pidió la división, sólo Satanás divide.
En otro de sus escritos señala que, el llamado Tercer Mundo, será el mundo de la unidad, y la más grande fuerza del planeta que nadie destruirá. Apunta que quienes han sufrido: los explotados, los engañados, serán los primeros en el Reino de los Cielos, como dijo Jesús.
El hecho de que recibe mensajes o sugerencias del Dios Jehová —dice Soto— no quiere decir que desee formar una nueva secta religiosa para separar a los hombres. El nombre de Jehová tampoco tiene importancia, porque a Dios se le puede llamar: Soy el que Soy, la Suprema Inteligencia, etc.
Una curiosa explicación que da, es que se comunica con el Dios Jehová en todo momento: Él conversa conmigo en todo momento, de día y de noche, me da consejos, y siempre me trata cariñosamente de hijito.
Aparte de conversar, también ve a Dios: Lo veo grande, atravesando mundos de mundos, pero comúnmente veo a Dios chiquitito. Se para en la punta del lapicero con que escribo, en el borrador, en la taza con café, otras veces lo veo dentro de mi cuerpo, apreciando como corre la corriente sanguínea como ríos. —¿No se ha dicho que Dios está en todas partes?— pues yo lo veo y lo siento en todo lugar. Subraya Soto.
Estudiosos del esoterismo, que han contemplado los trabajos y escuchado las conferencias de Soto, dicen que es un predestinado para traer revelaciones al planeta. En conferencias, que ha dictado en el Instituto Peruano de Relaciones Interplanetarias (Donde estudian los OVNIS), y en diversas instituciones espiritualistas, ha hablado hasta siete horas seguidas, explicando sus revelaciones.
El telépata viste humildemente, y no tiene otro afán en la vida, que dar a conocer al mundo sus escritos. Él es técnico en electrónica, y trabajó un tiempo en un canal de televisión de la ciudad de Arica. Aquí en Lima, numerosos amigos lo están ayudando en estos días, mientras consigue su residencia en el Perú. Después quiere conseguir un trabajo que le dé tiempo para dedicarse a la escritura.
Una parte de sus escritos, que suman 300 hojas grandes y que explican la construcción de los platillos voladores, serán publicados en libro por la Editorial Kosmos, que lo trajo a Lima para editar en forma exclusiva sus trabajos literarios. Mecanografiadas las 300 grandes hojas, darán varios centenares de hojas escritas a máquina.
Mientras tanto, Soto sigue escribiendo a todo momento, y le salen frases maravillosas que asombran a quienes lo ven escribir a toda hora, mecánicamente, como si le guiaran la mano.