Rollo N°

ORIGEN DEL TIEMPO.- DICTADO POR ESCRITURA TELEPÁTICA, POR EL DIVINO PADRE JEHOVA, POR TELEPATÍA VIVIENTE.-

Sí hijito; te dictaré el origen del tiempo del planeta Tierra; el tiempo es una virtud viviente que al igual que el espíritu, posee libre albedrío de tiempo; el divino Creador llama a sus elementos, por el nombre que poseen; tal como a las criaturas humanas, se las llama por su nombre; lo de arriba es igual a lo de abajo; el tiempo como todas las demás virtudes, tiene un divino principio dentro de otros infinitos principios; es decir, que el tiempo está constituido en jerarquías de tiempos; se dice infinitos principios, porque el Creador de todas las cosas, no tiene ni principio ni fin; su divina obra como consecuencia de ello, también no tiene ni principio ni fin; y existen los universos, cosmos, galaxias, reinos, planetas, soles del tiempo; el tiempo es una formación de querubines del tiempo; el querubín del tiempo, es la más microscópica unidad de tiempo que existe; esta unidad de tiempo posee características que se deja sentir y que no se deja ver; ocurre algo parecido con la idea mental; porque las ideas que generáis a diario y en todo instante, son tan pequeñas, que solo se dejan sentir, pero que no se dejan ver; esto se llama similitud de característica; el tiempo es virtud en constante expansión de evolución; el tiempo al igual que los espíritus, evoluciona y reencarna con infinitas criaturas; cuando un tiempo ha de nacer, su divino principio es solar; de las sensaciones de los gigantes soles del macrocosmos, nacen los tiempos; es decir, que al nacer los espíritus en los soles, ellos, ya traen un tiempo; este tiempo es tiempo eterno; y cuando el libre albedrío del espíritu decide pedir a Dios, una forma de vida, el espíritu pide conocer otros tiempos que no conoce; el espíritu tiene a su disposición, infinitos tiempos; elige y hace alianza con ellos; el tiempo nace como tiempo, sin que por ello, este eternamente como tal; porque de ser así, surgiría un imposible para Dios; mas, nada es imposible para Dios; los tiempos en sus libres albedríos de tiempos, piden a Dios, transformaciones en sus evoluciones; es así que el Eterno transforma la materia en espíritu; y el espíritu en materia; y no solo de materia y de espíritu, está constituido el universo; porque afirmar lo dicho, es ponerle un límite a Dios; esto significaba la divina parábola que decía: No solo de pan vive el hombre; es decir, no solo existe una sola clase de perfección; entre las infinitas clases de perfección, está la de la carne; el espíritu humano escogió para lograr perfección, a la carne; el tiempo hace alianza con todos los que le soliciten; esta alianza no es exclusiva del tiempo; porque ante Dios, nadie es exclusivo; las alianzas no tienen ni principio ni fin; cuando se está en presencia de lo que no tiene ni principio ni fin, el concepto de la exclusividad desaparece; y todo grado de superioridad también; en el tiempo que el hombre pidió a Dios, existen tres tiempos en un tiempo; el tiempo del lugar en donde se creó el tiempo; este tiempo es la herencia del tiempo; y la clase de tiempo, que el tiempo pide a Dios, para ser probado, en nuevas leyes de tiempo; los tiempos en su cualidad y calidad, son infinitos; Divino Padre Jehova, ¿qué significa cualidad y calidad de los tiempos? Significa hijo, las características que poseen los tiempos planetarios; esto fue anunciado en el divino evangelio de Dios; escrito fue: Nadie es único; el ser humano no es único, con respecto al tiempo de que disfruta; porque en infinitos otros planetas, hay criaturas que están disfrutando de otros tiempos; y escrito fue: De todo hay en el rebaño de Dios; ese todo son las cualidades y calidades de los tiempos; todo tiempo posee dentro de sus leyes de tiempo, lo que los elementos y los espíritus poseen, son las equivalencias dentro de los derechos; y los derechos dentro de las equivalencias; y hablando de derechos, es más fácil que entren al reino de los cielos, los que en sus ideales y en sus formas de fe, les otorgaron derechos a la materia, dentro de sus leyes de materia; y al espíritu, dentro de sus leyes de espíritu; porque los que así pensaron en sus pruebas de vida, fueron más completos, con el concepto de la divina justicia en los demás; ellos no empequeñecieron el infinito concepto, de que nada es imposible para Dios; a que puedan entrar, los que fueron incompletos para con el divino concepto de la justicia; el tiempo que cada cual pidió en divina alianza con el espíritu, es tiempo viviente; es decir, que el tiempo hablará y se expresará en sus leyes de tiempo, cuando la criatura humana este frente al hijo de Dios, en el divino juicio, que había pedido a Dios; y más le valdría al ser humano, que su tiempo no se queje en contra de él; porque ante una microscópica queja del tiempo, el espíritu culpable correrá riesgo, de no entrar al reino de los cielos; porque fue el mismo espíritu que pidió a Dios, ser juzgado por sobre todas las cosas; todas las cosas, incluía al tiempo; hasta la más microscópica unidad de tiempo; molecularmente, el espíritu humano nada se perdonaba, de las posibles violaciones a la ley de Dios, en la prueba de la vida; el tiempo representa una de las muchas alianzas, que el espíritu humano hizo en el reino de los cielos; y al pedir divino juicio el espíritu humano, el tiempo también lo pidió; todas las moléculas del todo sobre el todo, del espíritu, pidieron el divino juicio de Dios; el tiempo al hablar en el divino juicio de Dios, hará llorar a la humanidad; es por esto es que se escribió: Y habrá llorar y crujir de dientes; porque millones de seres, al perder el tiempo, en la prueba de la vida, millones se quedarán sin volver a entrar al reino de los cielos; lo que se miró con indiferencia en la prueba de la vida, es el que juzga a todo espíritu; y una de las cosas que fueron miradas con indiferencia, fue el tiempo; esto constituye una de las más grandes sorpresas, que experimentará todo espíritu humano; aquí el concepto de la humildad, adquiere proporciones desconocidas, para la psicología humana; las formas de fe de los seres humanos, se sentirán sacudidas y empequeñecidas, ante lo que jamás nunca imaginaron; la realidad viviente de lo de Dios, sacude al límite y a la mezquindad, con que trataron de comprender a Dios; ciertamente que la vergüenza será a nivel planetario; vergüenza que fue escrita en su divino evangelio; el tiempo no permitirá, ni un segundo de ocio, para los que pidieron un divino juicio, por sobre todas las cosas imaginables; la pérdida de un segundo de ocio, representará un desprecio para el tiempo; el tiempo se quejará de que fue mirado en menos por el espíritu; y por cada segundo de extraño ocio, el espíritu perderá una existencia de luz; y por cada segundo de trabajo, el espíritu gana una existencia de luz; el ocio no fue pedido a Dios; ni una molécula de ocio, se le pidió; es por esto, es que se dice: Extraño ocio; todos le habían pedido el mérito al Eterno; todos sabían en el reino de los cielos, que Dios era único en su divina actividad; y todos se comprometieron en imitarle, dentro de sus microscópicas jerarquías de espíritus, en el lejano planeta de pruebas Tierra; cuando los espíritus quieren agradar a Dios, lo primero que piensan, es en perfecciones; porque saben que Dios es único en perfección; y saben que toda perfección viviente, salió de Él; y sabiendo esto, es que nadie pide a Dios, lo que con el correr del tiempo, será su perdición; nadie pide a Dios, el ocio que a nada bueno conduce; el tiempo nace con el espíritu, sin afectarle a su principio como tal; al hacer alianza el espíritu con el tiempo, nace un principio que no tendrá ni principio ni fin; porque ninguna alianza es única; es decir, que ya otros gemelos de espíritus, habían hecho lo mismo; lo mismo sucede con cada poro de carne que se posee, y con cada virtud; y es por esta razón, de que nadie es único, es que se escribió: Lo de arriba es igual a lo de abajo; los tiempos son tan infinitos, como lo son los mundos y soles; cada tiempo de cada planeta, está subordinado al tiempo celestial, del reino de los cielos; lo que equivale a decir, que el tiempo del micro, está subordinado al tiempo del macro; el menor espera algo del mayor; hay tiempos que envejecen, y tiempos que no envejecen; el tiempo celestial del macrocosmo llamado reino de los cielos, no envejece; allí sus criaturas son eternos niños; ellos nada saben de los complejos, con que viven los que van a los lejanos de pruebas; los tiempos que envejecen, se piden a Dios, porque no se conocen; la criatura humana pidió la vejez a Dios, porque no la conocía; el tiempo que pidió la humanidad, hizo alianza con la vejez; el tiempo acompaña a lo que envejece, hasta el último instante; el tiempo es el último en despedir a todo espíritu, cuando éstos dejan su cuerpo de carne; el tiempo despide a la vez, hasta el último gusano de la pudrición del cuerpo de carne; y habiendo abandonado el espíritu, la Tierra, se vuelve a encontrar con el tiempo, en el universo; es que solo cambió la envoltura el espíritu; y al volver a encontrar al tiempo que había conocido en la Tierra, en el universo, se cumple que lo de arriba es igual a lo de abajo; el tiempo posee trinidad de tiempo y posee espíritu santo de tiempo; porque nadie es desheredado ante Dios; ni la materia ni el espíritu, ninguno es desheredado; entre materia y espíritu existe la igualdad con equivalencias entre sus leyes; la humanidad debió haber creado también una forma de igualdad, dentro de millones de individualidades, con cualidades diferentes; a esta igualdad, pudo haberle puesto cualquier nombre; siempre sería a los divinos ojos de Dios, una igualdad; en la prueba de la vida, muchos intentaron llegar a la igualdad; en la prueba de la vida a esta experiencia se le llamó comunismo; a los tales se les premiará en el divino juicio de Dios; porque se enfrentaren a un sistema de vida, que había sido sentenciado por Dios; he aquí la luz para los que no quisieron reconocerla; para los que se obstinaron en defender a las extrañas leyes desiguales, a través de sus maneras de pensar, a través de sus ideales, a través de sus formas de fe; porque de ellos será el llorar y crujir de dientes; porque sus futuras reencarnaciones, sus futuras existencias, tendrán la mismas características, de cómo pensaron en la vida humana; es decir, que el drama se vuelve a repetir; y se repetirá en la eternidad, hasta que el espíritu abandone la extraña costumbre de defender a lo desigual, a lo injusto, a lo desequilibrado; se repetirá el drama, hasta que el ser no practique formas de pensar, que hace sufrir a sus semejantes; que por culpa de tales pensares, su planeta no se unifica jamás; porque a Dios agrada, que los libres albedríos que al Él le pidieron, y que tenían diferentes e infinitas características opuestas, logren unificarse en los planetas de pruebas; cada cual vive su tiempo, según como pensaba; los que pensaban en psicología desigual, tendrán futuros tiempos, en que no comprenderán al tiempo; el desequilibrio mental, repercute en la comprensión de los elementos; es así que los que no aprendieron a despojarse de la sensación de la posesión, durante la prueba de la vida, tendrán futuros desequilibrios mentales; porque la extraña sensación de la posesión, nadie la había pedido a Dios; debido a que la vida en la Tierra, no era eterna; porque solamente era una prueba; y siendo prueba, tenía un término; el tiempo que se pidió a Dios, no incluía ninguna clase de apego; ningún extraño complejo; el que pensó y vivió en leyes desiguales, afirmando que tal pensar, era lo normal, perjudicó a sus futuros tiempos que corresponden a sus futuras existencias; es por esto es que se escribió: Cada uno se hace su propio cielo; cielo futuro que corresponde a futura existencia, con tiempo según su forma de pensar; la cualidad y la calidad del tiempo a vivir, lo elige cada uno según su obra en la prueba de la vida; y los que no le dieron importancia al tiempo, los que no se preocuparon ni lo estudiaron como tal, no volverán a conocer tiempo nuevo; todo olvido a cualquiera de las partes del todo, es infinitamente perjudicial, para los que practicaron el olvido; porque por cada olvido, es un elemento menos, con que no contará el espíritu, en su futura evolución; el drama del llorar y del crujir de dientes anunciado por el divino evangelio de Dios, es esta ley; por cada olvido molecular, se retrocede en el propio progreso; esto encierra el error, el desequilibrio, el desvirtuamiento, de todas las enseñanzas y costumbres humanas; sistema de vida equivocado en que nadie logró alcanzar, la verdadera perfección, que todos le habían prometido a Dios; esto se llama la caída de un mundo de prueba; el tiempo en su libre albedrío de tiempo, no volverá a prestar su concurso, a quienes violaron la ley de Dios; el todo sobre el todo del universo viviente, siempre defiende a Dios; porque Él jamás se equivoca; cuando en los divinos juicios de Dios, las criaturas ven que la materia también tiene vida, principia el drama para ellas; porque ante el asombro de todos, la materia al expresarse en sus leyes de materia, demuestra poseer, una elevadísima moral, desconocida entre los hombres; y la humanidad entera, sufre la más grande vergüenza de todo su historial; esta vergüenza está también escrita en el divino evangelio de Dios; de hecho, todo el futuro drama de la humanidad, está escrito en parábolas en su divino evangelio; lo está en psicología de prueba; esta psicología de prueba, fue pedida por las propias criaturas humanas a Dios, porque no la conocían; y la prueba de la vida consistía, en dar con la clave; y la clave o interpretación verdadera, es aquella que no le puso límites a Dios; es aquella que al interpretar lo de Dios, no lo hizo en psicología humana; porque lo humano es limitado y lleno de errores; la interpretación verdadera, es aquella que se proyectó hacia el infinito; porque el infinito fue creado por Dios; y es más fácil que entren al reino de los cielos, los que al interpretar el divino evangelio de Dios, lo hicieron pensando en el universo; a que puedan entrar, los que lo hicieron por influencia de religiones; lo religioso que dividió al mundo por muchos siglos, a través de sus muchas creencias, no es de Dios; lo que divide no es de Dios; lo que unifica, sí que es de Dios; las llamadas religiones, que surgieron durante la prueba de la vida, fueron divinamente advertidas, de que a nadie se debe dividir; ni aun a través de creencias; escrito fue: Solo Satanás divide y termina dividiéndose el mismo; en la prueba de la vida, había que cuidarse también, de la división molecular; de la división dictada por la mente, a través de la palabra hablada; es la caída psicológica del verbo; es la tentación hablada; el tiempo no prestará su concurso de tiempo, a los que dividieron la obra de Dios; es más fácil que el tiempo y los demás elementos, presten su concurso a futuro, a los que unificaron la obra de Dios, durante la prueba de la vida; los elementos saben de la división de Satanás, ocurrida hace muchas eternidades, en el macrocosmo, llamado reino de los cielos; y no quieren ser cómplices, de los que le dan la contra a Dios; he aquí la luz de los que veían la paja en el ojo ajeno, y no veían la viga en el propio; he aquí a los falsos profetas de Dios; he aquí a los anticristos; he aquí a los traidores, que no titubearon en dividir a todo un planeta, con tal de reinar; he aquí a la mayor roca de dureza del mundo; he aquí, a lo falso, que no estaba escrito en el divino evangelio de Dios; el tiempo los contemplaba a través de los siglos; esperando el instante supremo, de asimilarse al divino poder de un juez solar; porque lo inerte, lo que se creyó que no tenía vida, era contemplativo dentro de sus leyes de inerte; ellos no hablaban, mientras duraba la prueba; porque en el divino juicio de Dios, la humanidad se asombrará y se avergonzará, cuando vea y escuche a los elementos, contar lo que cada uno hizo en la vida; los elementos están compuestos de querubines pensantes, que entre ellos todo se comunican; existe en ellos la telepatía molecular; aunque el término molecular, es demasiado gigantesco para expresarlo; y de verdad os digo, que toda ofensa a la materia, también se paga; salvo que los querubines de la materia perdonen, en sus libres albedríos de querubines; mas, cuando ellos ven que la criatura ofendió a Dios, ellos no le perdonan; en el universo de la luz, todos defienden a Dios; porque para ser comprendido por el universo de la luz, hay que ser respetuoso para con el creador de la luz; el tiempo nace con cada espíritu, en ley de reencarnación; es una divina alianza que solo separa la muerte; la divina alianza entre un espíritu y los elementos, se llama en el reino de los cielos, comunismo celestial; el comunismo celestial, representa en la criatura, su propia cohesión de su todo sobre el todo; sin el comunismo celestial nadie sería un ser humano; porque no se tendría la ley que cohesiona a las propias sensaciones, haciéndolas una; el comunismo celestial representa la divina psicología de felicidad, en el reino de los cielos; lo contrario a esto, es la oposición encontrada de las sensaciones o virtudes, que sienten los espíritus imperfectos; en esta categoría están los espíritus humanos; los seres humanos pugnan por encontrar un bienestar, que por causas de atraso evolutivo, no saben definir; es que la ignorancia humana, se separó del resto del universo; y la búsqueda del tan deseado bienestar, se hizo difícil, lenta y hasta imperfecta; es lo que en el reino de Dios se denomina roca; el separarse del infinito por causa de ignorancia, aleja a la criatura del comunismo celestial; y el espíritu aunque viva en existencias sin cuerpo, no encuentra la felicidad eterna; porque la felicidad de la Tierra, descansa en bases efímeras; estas bases no incluyen al infinito; y el espíritu humano perpetúa sus pedidos a Dios, en comprender al infinito; el tiempo es eterno testigo de cada esfuerzo que hace el espíritu, por alcanzar la felicidad; porque el más microscópico esfuerzo espiritual, consume tiempo; el tiempo al igual que el resto de los elementos, exigen al espíritu, la más grande y elevada moral, que la mente humana pueda imaginar; ellos los elementos, le dan una oportunidad al espíritu; porque sin la divina alianza con los elementos, el espíritu no conocería forma de vida alguna; el espíritu humano es tan imperfecto; que él solo nada puede hacer, por disfrutar de una determinada forma de vida; el espíritu humano carece de la ciencia, como para crear en él, una forma de vida; porque al nacer el espíritu, solo tiene inocencia, carente de ciencia; y el universo con toda su infinita experiencia, acude en su ayuda; el todo se sostiene por el todo; porque nadie es único; solo Dios es único; la cadena de ayuda no tiene ni principio ni fin; el tiempo nace en cada uno, y ambos formalizan leyes, para que Dios las apruebe; estas leyes salen de los libres albedríos de todos; porque en el reino de Dios, nada es obligado; solo se exige el cumplimiento a lo prometido; el no cumplimiento a lo prometido a Dios, se llama pecado o violación a la divina ley; cuando se hacen alianzas en el reino de los cielos, todos piden sensaciones o virtudes; todos piden lo que ya se constituyó en reino eterno, dentro del reino de los cielos; nadie pide intereses egoístas, que a la postre no le harán volver al reino de Dios; nadie se interesa por lo efímero; porque a todos fascina lo de Dios; todos se sienten atraídos por lo que no tiene ni principio ni fin; y todos saben en el reino de los cielos, que interesarse por lo efímero, no es el verdadero camino; la experiencia en este sentido, es infinita en el universo; y las experiencias se transmiten de mundo en mundo y de sol en sol; los tiempos forman los reinos de los tiempos; y cada tiempo ofrece características propias; y las características de cada uno de ellos, a ellos les costó, méritos propios, sudores de frente propios; porque en la creación de Dios, cada uno se hace su propia perfección; en el reino de Dios, nada se regala; ni una molécula se regala; esto encerraba el contenido del divino mandato que decía: Te ganarás el pan con el sudor de tu frente; y esto existe desde el principio de la creación de Dios; lo que significa que nadie vuelve a entrar al reino de los cielos, si no ha hecho mérito; y solo el trabajo y la ilustración para comprender a Dios, conduce a su divino reino; el venerar imágenes y el practicar ritos, no conduce al reino de Dios; es por esto que a los seres humanos se les advirtió: No adorarás imágenes, ni templos ni semejanza alguna; el término semejanza abarca toda forma de adoración material; el perfeccionamiento debe de avanzar en sentido mental; no debe detenerse en adoración a la materia; porque hasta la materia es probada por Dios, en sus leyes de materia; tal como el espíritu es probado en sus leyes de espíritu; cada uno es probado por Dios, en su respectiva ley; el tiempo es probado en sus leyes de tiempo; esto significa que todo lo conocido posee una moral dentro de sus leyes; porque todos tienen el derecho de perfeccionarse, dentro del mérito mismo; el tiempo se constituye en uno de los poderes, que al seguir perfeccionándose, logrará otros; porque el poder no significa que se llegó al límite de la perfección; nadie jamás en el universo, ha llegado al límite de la perfección; ni nadie llegará; solo Dios lo sabe; porque tal límite de perfección, representa para Dios, una microscópica etapa; porque lo de Dios, no tiene ni principio ni fin; el tiempo en su infinito perfeccionamiento, puede llegar a ser espacio y viceversa; es la infinita transformación de la creación; nadie es único en lo que es en un instante dado; porque nadie tiene asegurado un único destino; los destinos son eternamente relativos; porque el espíritu está eternamente deseando llegar a ser otra cosa; y logrado la cosa, ya está pensando en ser otra cosa; el destino absoluto no existe; porque el espíritu termina por aburrirse; el tiempo al prestar su divino concurso al que se lo pide, se compromete a cumplir, lo que a él le concierne; y el espíritu, a cumplir con lo suyo; se fusionan las leyes para alcanzar un nuevo grado de perfección; al final de la prueba o de la jornada, nadie debe de tener quejas contra nadie; y si las hay, eso es suficiente para que el culpable no pueda entrar al reino de los cielos; porque la violación a lo prometido, nadie lo había pedido a Dios; porque ni una molécula de violación, se pide a Dios; nadie pide la destrucción de su propia obra, que la pidió para poder alcanzar una mayor perfección; el tiempo que fue testigo de los pecados de los seres, no perdonará a nadie; ni ningún otro elemento; el hijo primogénito de la trinidad solar, obrará igualmente con mano de hierro; y todo el universo contemplará la agonía y el lloro de un mundo, que se degeneró porque no tuvo fe en Dios; y si creyó tenerla, equivocó el camino; aunque esta equivocación ya había sido anunciada, con el anuncio de que habría un llorar y crujir de dientes; ciertamente que todo fue avisado en el divino evangelio de Dios; las rocas humanas no quisieron hacer caso; el tiempo también nace bebé; y es un tiempo guiado por otros tiempos; el tiempo padre y el tiempo madre; porque nadie es desheredado; y todo lo que existe, está amorosamente subordinado a Dios; el Eterno que todo lo puede, permite que sus hijos hagan sus propias leyes en sus propias perfecciones; es por esto es que se dice en plural, los reinos de los cielos; y los reinos a la vez, están divinamente subordinados al reino de Dios; los reinos están organizados por jerarquías de reinos; y el número de las jerarquías de los reinos, no tiene ni principio ni fin; se podría distinguir entre los reinos del micro, y los reinos del macro; los reinos de los cielos del microcosmos, son criaturas celestiales, que al escoger sus caminos de perfección, prefirieron hacerlo en geometría microscópica; y los reinos de los cielos del macrocosmos, prefirieron geometría gigantesca; los seres del micro, pueden si ellos lo desean, cambiarse al macro; y los del macro, pasarse al micro; en estas equivalencias, no participan las leyes humanas; porque el ser humano, no ha alcanzado aún el grado a que han llegado, estas jerarquías celestiales; y en las perfecciones relativas, la humanidad vive su perfección, en un planeta de pruebas, con destino incierto; porque el divino juicio de Dios, está aún pendiente; y como es solo una prueba, ningún ser humano está seguro de seguir siéndolo; porque depende como le fue en la prueba de la vida; y solo el divino juicio de Dios, le indicará como le fue; la criatura humana no pertenece ni al micro ni al macro celestiales; porque es un ángel caído; los seres humanos pertenecen a los planetas polvos de pruebas de vida; ellos están principiando a conocer el universo; el término polvo, lo dice todo; porque si la creación de Dios no tiene límites, lo ilimitado lo es en todo lo imaginable; en planetas y en criaturas, el desarrollo o crecimiento no tiene límite conocido; lo gigantesco no se detiene jamás; y lo microscópico, también; solo los soberbios le ponen límite a Dios; y mientras ellos insistan en ponerle límite a Dios, ellos no entrarán al reino de los cielos; de cada uno depende avanzar o detenerse; el tiempo siempre avanza y va ganando jerarquía por jerarquía; el tiempo al poseer libre albedrío de tiempo, toma grandes decisiones y grandes reencarnaciones de tiempo; y también se impone olvidos del pasado; también pide la sensación del no recuerdo, de su lugar de origen de tiempo; el tiempo en su sabiduría de tiempo, sabe que toda dificultad que se vence, tiene más infinito mérito, delante de Dios; el vencer dificultades, engrandece al reino de la luz; porque todo esfuerzo mental o físico, produce planetas con mérito; esto se llama en el reino de Dios, extender el reinado de la luz; otros le dicen: Ganar planetas para el divino Padre Jehova; la divina terminología no tiene ni principio ni fin; el tiempo en el divino juicio final de la Tierra, a millones de seres, les retirará su divina alianza, porque le mostraron una extraña indiferencia, en la prueba de la vida; y todo indiferente a la propia naturaleza, correrá el riesgo, de que la naturaleza no le vuelva a prestar más, su divino concurso de naturaleza; lo que provocará en tales espíritus, un formidable obstáculo, para el avance de sus perfecciones; y la naturaleza de un planeta, comunica a las demás naturalezas de los otros infinitos planetas, del atropello de que fue víctima; y todo espíritu indiferente ve con espanto, que todas las puertas se le cierran en el universo; es por esto es que se escribió: Y habrá llorar y crujir de dientes; el drama humano se inició en el primer instante, en que los seres humanos, aceptaron el extraño sistema de vida, basado en las leyes del oro; porque en ese instante se empezó a vivir, una extraña psicología desvirtuada, que nadie había pedido a Dios; esos instantes fueron los instantes más dramáticos de la llamada historia humana; porque esos instantes se expandieron en siglos, creando un calvario de injusticias, que salió del mismo hombre; fue una de las más vergonzosas experiencias de los espíritus humanos; llamados en el universo, espíritus rocas; porque son especialistas en dividir, explotar y hacer sufrir a los mundos; a la roca humana no se le perdonará ni una molécula de su extraña obra; se le había advertido con siglos de anticipación, que todo reino dividido perece; y no obstante insistieron en dividir al planeta en naciones; no quisieron hacer caso de la divina advertencia; recibirán el fruto correspondiente a sus microscópicas determinaciones; extrañas determinaciones en que no se tomó en cuenta a Dios; y al no tomarlo en cuenta, surgió el desvirtuamiento en todas las cosas de la vida; la extraña experiencia humana, demostró el más rotundo fracaso del sistema de vida, creado por los comerciantes; el extraño método excluyó a toda posible filosofía planetaria; no se pusieron nunca de acuerdo, ni les interesó que la humanidad se unificara; el tiempo los siglos, los acusarán de hacer las cosas, sin tomar en cuenta a Dios; y el que no los acuse, serán llamados cómplices en el llorar y crujir de dientes, por el hijo de Dios; el que proclama lo injusto, no puede esperar felicidad, porque no la comprendió a través de su manera de pensar; el tiempo se cobrará por segundos, el mal empleo que la bestia capitalista, hizo del tiempo; los llamados capitalistas que surgieron durante la prueba de la vida, tendrán que calcular el número de segundos, que contenían los siglos, del tiempo en que ellos impusieron al mundo, su extraño sistema de vida interesado; cada segundo les representa a ellos, una existencia de luz menos; y entre ellos tendrán que repartirse, el colosal número de segundos de tiempo desvirtuados; la bestia capitalista cometió un fatal olvido a la ley divina; se olvidó que su extraño capitalismo, había sido sentenciado por Dios, muchos siglos antes, que ellos nacieran; escrito fue: Es más fácil que pase un camello por el ojo de una aguja, a que un rico entre al reino de los cielos; no entran al reino de Dios, ni los ricos, ni el sistema que producía ricos; este fue el fatal olvido, de los influenciados por el oro; ellos hicieron oídos sordos, a lo que sería su propia salvación; y junto con la caída de ellos, hicieron caer a los que se entusiasmaron con lo de ellos; los ilusionados en lo efímero, no faltaron; los poco evolucionados no se hicieron esperar; el tiempo se cobrará por segundos a los que se dejaron ilusionar, por un extraño sistema de vida, que había sido sentenciado por Dios; cada segundo de extraña ilusión en lo efímero, les corresponde a ellos, una existencia de luz menos, en sus evoluciones espirituales; la prueba de la vida que habían pedido a Dios, excluía toda molécula de error; pues habían pedido experimentar, un divino juicio por sobre todas las cosas; las rocas humanas no se perdonaban ni una molécula, de posible violación a la divina ley de Dios; de verdad, que pidieron algo que fue superior a sus capacidades evolutivas; pero la roca humana insistió ante Dios, que tendría que vivir un divino juicio por sobre todas las cosas, porque la roca desconocía tal experiencia; el tiempo que fue testigo de todas las escenas, de este extraño mundo, que se dio el extraño lujo de olvidar a Dios, en su propio sistema de vida, hará llorar a los que se tomaron tan extraño y desconocido libertinaje; nadie los obligó a ser ingratos para con Dios; de ellos mismos salió la tiniebla; todo sistema de vida del planeta que sea, que no tiene el divino sello de Dios, no queda triunfante; el divino Padre Jehova los prueba; y al probarlos, les da tiempo para que se arrepientan; les da oportunidad; y mientras más largo es el tiempo de la oportunidad, concedida por la ley divina, más severo es el divino juicio de Dios; a la extraña bestia capitalista, le dio miles de años; y la bestia no quiso cambiar; siguió rebelde a Dios; siguió dividiendo al mundo, y amenazándolo con las malditas armas; la bestia no escogió las leyes del amor; prefirió el camino de la fuerza y de la brutalidad; su fracaso está a la vista de todos; el Eterno no le premió con la unificación; su extraña obra de dividir y hacer pelear a los demás, se le viene en contra, en los acontecimientos que se avecinan; porque la bestia capitalista será despreciada y perseguida, por los mismos que la habían admirado y aplaudido en la vida; porque es más fácil que tenga felices sensaciones futuras, uno que durante el tiempo de la prueba, cultivo la felicidad para otros; a que las tenga, el que dio dolores, dramas, injusticias, matanzas, engaños, explotación a otros; en el momento en que lo hacía, en ese mismo instante, se hacía su castigo; quedando éste grabado o escrito en su propio áurea; con el tiempo la maduran las semillas de maldad; y se convierten en sensaciones dolorosas.-

Alfa y Omega.-