(Por: Aldo Mayo)

ILUMINADO QUE HABLA CON DIOS ESTA EN LIMA

Luis Soto Romero, telépata chileno, autor de unos escritos llamados: Los Rollos del Cordero de Dios, es tal vez uno de los escogidos del universo, y el testimonio viviente, de que todo cuanto existe dentro del hombre y fuera de él. Son manifestaciones de una inteligencia sin límites, donde no hay comienzos ni fin. El hermano Soto, como le llaman, sorprende con sus conocimientos del Evangelio, sin haberlo leído, sin poseer títulos académicos, ni ejercer actividades en los medios intelectuales.

Cualquier pregunta, simple o erudita, las responde con facilidad espontánea en frases sentenciosas. Personalmente, muy sencillo y accesible, carece del exotismo y la aureola con que se rodean los muchos cristos que aparecen cada cierto tiempo. No usa melena ni las enmarañadas barbas llamativas, ni viste túnicas o ropa diferente al común de las personas. Tampoco predica en plazas y calles, no pertenece a ninguna agrupación religiosa, no ofrece consultas ni adivina el futuro individual de nadie. Su medio de comunicación es distinto como veremos más adelante. Este misionero solitario, anda en mangas de camisa, con el rostro bien afeitado y el cabello entrecano recortado casi al rape.         

La telepatía es un don innato en Él. Pero no es la telepatía de individuo a individuo, en la que una persona recibe la transmisión del pensamiento de otra a distancia. Lo que posee, el hermano Soto, es una facultad telepática universal, o sea, que capta pensamientos que proceden del lejano cosmos. Desde la edad de 7 años, dice que sentía vibraciones de corriente eléctrica en el cuerpo. Y después de los 30, empezó a visualizar ideas o imágenes mentales nítidas, igual que una película en colores.

Entre esas imágenes hizo contacto con un personaje superior al que identifica con el nombre de: El Padre Jehová, quien se le presenta cotidianamente para hablarle sobre hechos que la ciencia no ha podido explicar, hasta ahora, y principios que pueden evitar la extinción del género humano.

Para hablar con Jehová, no necesita entrar en trance, o recurrir a estados especiales de concentración mental. Su conexión se realiza en condiciones normales conscientes.

Totalmente despierto y en pleno uso de mi razón, escucho la voz del Padre, igual que si alguna persona me hablara, veo las imágenes del universo que le rodea como si me mente se remontara libremente en el infinito, siento su presencia en las venas de mi cuerpo y lo veo en cuanto objeto alcanzan mis ojos o palpan mis manos. No está sin embargo en mi voluntad llamarlo. Él es quien me llama en cualquier momento y donde me encuentre. No hay hora, día, ni lugar indicado para saber el momento de sus llamadas —explica sus experiencias.

Los Rollos del Cordero de Dios

No son meras tenidas las charlas del hermano Soto con Jehová. Él es el escogido del Supremo, para difundir en el mundo su mensaje que le dicta con esmerada regularidad. Desde hace años Soto los ha venido copiando fielmente a manuscrito, en papel especial, de unos 60 centímetros de ancho por un metro de alto, semejante a mapas doblados en rollos. Casi todos los rollos llevan ilustraciones de dibujos representando líneas geométricas, triángulos, OVNIS, cuerpos envueltos en auras, moléculas, e infinidad de alegorías místicas. El plan encomendado al hermano Soto, consta de 10000 rollos o títulos, de los cuales ha escrito, bajo el seudónimo de Alfa y Omega, alrededor de 4000 rollos.

Pero su misión no termina sólo en escribir los rollos. Debe llevarlos al conocimiento de los pueblos y naciones, y hacer que circulen por todo el planeta. ¿Logrará sus objetivos? ¿Llegará el ser humano a comprender el contenido de los mensajes? ¿Habrá salvación para el hombre? Lo evidente, es que el hermano Soto, está cumpliendo la enorme tarea encargada por Jehová. 300 rollos ha enviado al Instituto de Extensión Espiritual de Santiago de Chile. Unos 2000 se encuentran por el Tíbet, de donde continuarán a otros pueblos, y el resto circula por diferentes ciudades de América. No existen cargos firmados ni guías de recepción. Cada rollo está protegido por los ojos invisibles del Señor, para que no se pierdan ni se deterioren; ningún destinatario paga el costo de los rollos y al cabo de unos años volverán todos a su poder.
¿De qué vive Alfa y Omega?, ¿cómo financia la adquisición de los papeles caros que emplea y el material de trabajo?, ¿cómo paga los portes correspondientes de despacho?. Son interrogantes que él responde con simplicidad: Dios provee a sus criaturas colocando en su camino a las personas que lo ayudarán y los medios necesarios que necesitará. Quienes lo tratan y conocen en Lima dicen que sus palabras se han patentizado aquí.
Soto nació en la desértica ciudad de Antofagasta (Chile) y es técnico especializado en electrónica. Ha trabajado varios años en el Canal 3 de Antofagasta y varios otros en Electrón Chilena (industria de componentes) de Arica. Pero hace años dejó esas labores terrestres, para dedicarse al inmaterial y telepático secretariado bajo la personalidad de Alfa y Omega.
Arribó a Lima hace unos dos meses (por sólo una semana), atendiendo la invitación de un editor, pero tuvo que quedarse porque ha decidido publicar dos libros que llevarán por título: Cómo construir un platillo volador, dictado por Jehova y El origen de las moléculas, cuyos originales los está escribiendo aquí mismo. Nadie, excepto el editor sabía la llegada del hermano Soto, pero a los pocos días estaba rodeado de solícitos hermanos, disputándose el derecho de tenerlo en su casa.

EN LOS UMBRALES DEL UNIVERSO

Anotamos, a continuación, conceptos de Alfa y Omega, sobre determinados enigmas que los hombres aún no pueden explicar ni explicarse.

¿Es parte de un plan universal la Tierra?

La Tierra, y millones de planetas civilizados, son planetas de prueba, en los que seres inteligentes, dotados de capacidad de pensar, y dueños de un libre albedrío para decidir, crean filosofías, doctrinas, sistemas,….; aman, odian, discrepan, y luchan para imponer sus ideas. El hombre puede alcanzar niveles ilimitados de perfección mental, o perecer entre la ceguera de su egoísmo, de sus errores y su obstinación.

En el gran infinito, nosotros pertenecemos al microcosmos, y afuera está el macrocosmos, al que el hombre sólo llegará si desarrolla su mente. El querubín solar, donde estamos, representa la más microscópica unidad de la materia. Todo el Universo Expansivo Pensante, del Padre Jehová, está compuesto por querubines solares, y toda molécula está subordinada al querubín solar. Querubín significa en revelaciones: Querer llegar a ser.

¿Podrá el hombre desarrollar naves para viajes inter-galáxicos?

Está capacitado para hacerlo, pero no podrá alcanzar a perfeccionar naves inter-galácticas, para viajar por el universo, porque será sorprendido por el juicio final. Aunque esto no es una regla fija, ya que podría variar el curso de la historia, en caso el hombre cambie de actitud y busque la verdad por los caminos que abandonó.

¿Existe la vida eterna?

Siendo la Tierra un planeta de prueba, significa que hay un juicio final, y que uno mismo hace su vida eterna. La idea del ser pensante jamás muere. De las microscópicas ideas que genera el hombre, nacen microscópicas formas, de colores muy diversos, que formará un sistema planetario, en el que seguirá viviendo después que deje su cuerpo en la Tierra. El ser humano posee 318 colores en su aura, llamado el número del juicio final, porque el predominio, contraste, o armonía de ellos, identifica su desarrollo. Está en el evangelio donde dice: Cada uno se hace su propio cielo.

¿Qué buscan los platillos voladores, de donde proceden?

Son viajeros solares que vienen de infinidad de lugares del universo, seres que se han reencarnado infinidad de veces y alcanzado altos grados de poder solar, capaces de transformarse en desconocidas dimensiones. Su misión es la de recoger ideas nuestras para separar las buenas de las malas.

¿Vuelve el pasado o puede reconstruirse?

El pasado se ve en la televisión solar, llamado en el evangelio: El Libro de la Vida. Las imágenes quedan en los mismos elementos de la naturaleza de los planetas, listas a surgir. No tienen límites. Podrán envejecer y acabar los planetas, más no la televisión solar, cuyas imágenes telepáticas de colores hablan a toda mente, cuando la mente se muestra a ellas.

¿Cómo es el Padre Jehová? ¿Anciano, barbudo, calvo…?

Las formas de que se vale el Eterno, para presentarse a sus criaturas, son infinitas. Ante los humanos aparece como tal, para no confundir a las formas de las cuales estamos acostumbrados. Para los marcianos es marciano, para los venusianos, es venusiano. En la Tierra adopta, de preferencia, la figura de un niño, y escoge el carácter de un niño. Es eternamente alegre.

¿Qué opina sobre las profecías de las pirámides?

No es un anuncio que puede cumplirse necesariamente. Puede, si así lo desea Jehová, anular la profecía. El hombre puede profetizar, según el grado que le corresponde en la jerarquía del universo, nada más. Carece de la capacidad de crear. No podrá decir: Yo hice los océanos o construí la atmósfera para defender a la Tierra.

¿Cuál es el futuro que espera a la humanidad?

Vendrá un juicio final, de duras pruebas, iniciándose con una doctrina que se hará conocer hasta a la última criatura. Será la era del llorar y crujir de dientes. Se denominará el juicio intelectual de Dios, en la que se explicará el origen de las cosas. Después seguirá el juicio de fuego a juicio solar. Cuando concluya el juicio, la Tierra será poblada sólo por niños. Todos aquellos que hayan logrado realizar obras de mérito, serán resucitados, y transformados, en niños no mayores de 12 años. Estos tendrán vida eterna y nunca envejecerán.